Debido a su azul salpicado con oro, durante mucho tiempo se ha asociado con la piedad y las fuerzas sobrenaturales. Dado que el lapislázuli se asemeja al cielo nocturno estrellado, se asoció con los cielos y lo sobrenatural. Los sacerdotes a menudo teñían sus prendas con pintura de lapislázuli para solidificar su condición de dioses, vistiendo ese color.
La leyenda dice que el rey Salomón recibió la posesión de un anillo de lapislázuli por parte de un ángel, que le permitió controlar un ejército de demonios, que usó para construir su templo. En Roma antigua, se creía que el lapislázuli era un poderoso afrodisíaco. Representaba el amor, la paz y la alegría. Los antiguos egipcios lograron acceder a los conocimientos sagrados, mejorando la salud mental y psicológica.
Propiedades
- Fortalece el sistema inmunológico, respiratorio y nervioso
- Quien porta esta piedra debe mantener firme en una actitud humilde para poder estar alejado de la energía negativa
- La piedra de la comunicación por excelencia. Aporta claridad y autoconciencia
- Conexión con la luna y el sol
- Desarrolla el conocimiento, promoviendo la apertura de mente y atrayendo la sabiduría
- Purifica la sangre de sustancias dañinas, como el cigarrillo o el alcohol
- Ayuda a conciliar el sueño y a mejorar el descanso
- Desarrolla y profundiza nuestro espíritu
- Reduce los calambres menstruales
- Ideal para los niños que padecen el síndrome de Asperger, o con algún déficit de atención, ya que ayuda en su concentración
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